Nuestra visita a Isamitsu
Durante nuestro reciente viaje a Japón, tuvimos el gran placer de pasar unos días en la herrería de Isamitsu. Por fin, pudimos conocer a todos en persona, charlar cara a cara y compartir algunas comidas. Fue una experiencia intensa y auténtica.
En el corazón de este proyecto se encuentran personas apasionadas. Y a pesar de los miles de kilómetros que separan Quebec de Japón, nos pareció esencial crear una conexión humana real.
Así que, a pocas horas en tren al norte de Tokio, descubrimos un magnífico pueblo rural japonés. Arrozales, naturaleza, tranquilidad y, sobre todo, la forja donde nuestros cuchillos cobran vida.
Documentar su trabajo, paso a paso, desde la forja hasta el acabado de los mangos, fue una experiencia inolvidable. Su talento es inmenso, pero fue sobre todo su humanidad lo que nos conmovió profundamente.
Estamos ansiosos por compartir todo esto con ustedes y finalmente revelarles este proyecto en el que hemos estado trabajando con pasión durante mucho tiempo.
Una cosa es segura: volveremos. Y la próxima vez, aprovecharemos para quedarnos más tiempo en su pequeño pueblo.
Mientras tanto, aquí está nuestra foto de grupo al final de la estancia 🤍
De derecha a izquierda: Anne, Annon, Abe, Gaku y Jean-Simon